Gestión del Conocimiento y Gestión de las Competencias

El conocimiento y su gestión es un proceso de relevancia sustancial para las organizaciones de todo tipo: sociales, empresariales, gubernamentales, educativas.

La comprensión de la gestión del conocimiento, le viene dada por un marco más general: la sociedad actual denominada sociedad del conocimiento.


La sociedad actual, que constituye el marco de referencia y desarrollo de todo proceso de gestión del conocimiento, es una sociedad construida en torno a redes de información (CASTELLS, 2002).


En la sociedad del conocimiento organizada por redes de información, la fuente principal de valor añadido en una organización reside en lo que sabe, en cómo usa lo que sabe y en su capacidad para aprender, lo cual supone un proceso para convertir la información en conocimiento valioso, listo para ser aplicado en la toma de decisiones (PRUSAK, 1996).


Así la gestión del conocimiento en las organizaciones favorece la generación, organización y aplicación de su capital intelectual.

El capital intelectual, que es un activo intangible de alto valor estratégico; es el resultado de la suma de capital humano, capital tecnológico, capital estructural, capital relacional y capital de negocio.


Aunque la gestión del conocimiento -proceso sustancial para la generación, organización y aplicación del capital intelectual- no es un tema nuevo, es a partir de la década de los noventa que hubo una expansión prácticamente masiva del concepto y del movimiento de la gestión del conocimiento debido no sólo al incremento del conocimiento, sino también a su rápida expansión con base en las nuevas tecnologías de información y comunicación (NTIC).

Sabemos que debido a las NTIC la aldea más remota tiene la posibilidad de acceder rápida y cómodamente a un acervo mundial de conocimientos, con los que el mundo está integrado en redes globales de información.

En diversos informes de la Organización de Cooperación para el Desarrollo Económico (OCDE), desde 1999 se viene indicando que el progreso de las economías depende de su vinculación al conocimiento, lo cual supone inversiones en investigación, innovación, ciencia, tecnología y recursos humanos.

La economía del siglo XXI se organiza en torno a redes globales de capital y de gestión de la información, en una sociedad cuya nueva morfología en redes reorganiza las relaciones sociales y en la que los equipos de cómputo conectan a través de redes el tejido social y permiten un flujo casi instantáneo de información. Esto significa una ventaja competitiva fundamental para las organizaciones que sepan aprovechar las ventajas de la sociedad del conocimiento y de su organización en redes de información.

En la constitución del conocimiento como ventaja competitiva, el acceso tanto a la información como al conocimiento tecnológico constituye la base de la productividad y la competitividad.

Ahora bien, el problema principal reside no tanto en el acceso a la información, que es relativamente fácil, sino al conocimiento.

La creación, transmisión y aplicación del conocimiento es un asunto que requiere poner en marcha las capacidades cognitivas y de aprendizaje de los individuos, los equipos y las instituciones, y saber aplicarlas en su contexto específico.

Así, la infraestructura es indispensable, pero no basta.

Pero tampoco es suficiente el conocimiento.

Resulta fundamental un paso más: de la gestión del conocimiento a la gestión de competencias.

Tanto los conocimientos como las competencias son necesarios para realizar cualquier actividad humana, para llevar a cabo cualquier trabajo. Los conocimientos constituyen sin duda, la base del desempeño pues sin ellos no es posible llevar a cabo la actividad, tarea o trabajo asignado.

No obstante, el desempeño exitoso tanto de los individuos como de las organizaciones que en ellas colaboran, se obtiene a partir de poseer las competencias necesarias para realizar las funciones asignadas.

ALLES (2009), expresa la diferencia y complementariedad entre los conocimientos y las competencias, indispensables para el desempeño exitoso:


El desarrollo de conocimientos y de competencias requieren de modelos de formación, de desarrollo y de gestión adecuados.


La gestión del conocimiento y de las competencias, suponen al menos cuatro aspectos que es indispensable definir:

1) Un marco teórico
2) Una estructura general
3) Una visión del entorno concreto
4) Un desarrollo de herramientas tecnológicas y de software.

La visión integral del proceso de gestión del conocimiento y de competencias permite lograr el éxito para el proyecto, la organización y sus miembros. En cambio, un proyecto de gestión del conocimiento que se centra en los aspectos técnicos, fracasará. Es indispensable una visión en la que se considere la estrategia de la organización, la cultura organizacional y las personas.

Es fundamental comprender que todo proceso de gestión del conocimiento y de las competencias, debe entenderse como un proceso de cambio significativo que demanda una adecuada coordinación de todos los componentes de la organización.

Finalmente es sustancial considerar para que el éxito de un proyecto y proceso de gestión del conocimiento y de las competencias, es importante evaluar continuamente los avances y los resultados. En esa evaluación es indispensable considerar indicadores en al menos cuatro áreas: recursos humanos, producción de nuevos conocimientos, financiación de la innovación, resultados y mercados, y transmisión y aplicación del nuevo conocimiento (RIESCO, 2006).

Con base en los resultados de la evaluación continua de la gestión del conocimiento y de las competencias, la organización cuenta con información útil para tomar decisiones, para mejorar los procesos, para valorar el impacto del conocimiento y las competencias gestionadas profesionalmente en su desempeño y en la alineación estratégica.

Lucía CURIEL ALCÁNTARA

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