¿Información? ¿Conocimiento? ¿Aprendizaje?

Pirámide Informacional. Fuente: Ponjuán G. Gestión de información en las Organizaciones, principios, conceptos y aplicaciones. Santiago de Chile, Chile: CECAPI; 1998. p. 1-5.


Aunque el conocimiento existía desde las más remotas eras de la humanidad, incluso hoy, en la Era de la Información o la era del “conocimiento”, continúa la dificultad de definirlo y comprenderlo.

En este punto cabe distinguir entre datos, información, conocimiento e inteligencia.

Páez Urdaneta, en su definición acude a la llamada Pirámide Informacional, la cual retomaremos por su gran aporte en la conceptualización de esta triada de conceptos.

La Pirámide Informacional está formada por cuatro niveles. La representación de estos cuatro conceptos en la pirámide implica una jerarquización definida por las variables calidad vs cantidad.

Los datos son registros iconónicos, simbólicos (fonémicos o numéricos) o sígnicos (lingüísticos, lógicos o matemáticos) por medio de los cuales se representan hechos, conceptos o instrucciones.
La información está constituida por datos o materia informacional estructurada de manera actual y potencialmente significativa.
Lo que diferencia a los datos de la información es la dinámica, que entra en las organizaciones, formal o informalmente y es susceptible de variadas interpretaciones.
El significado de la información depende de la utilidad que ésta incorpore y de la percepción y la necesidad de quien la reciba.
El conocimiento está asociado al proceso de comprensión de la información y lo podemos definir como estructuras informacionales que al internalizarse, se integran a sistemas de relacionamiento simbólico de más alto nivel y permanencia.
La inteligencia o aprendizaje implica el concepto de oportunidad y está constituida por estructuras de conocimiento que siendo contextualmente relevantes, permiten la intervención ventajosa de la realidad.

En esta tríada conceptual existe una relación sistémica que evidencia la creación de valor a medida que se avanza desde el “dato” hasta el “conocimiento” y por último al aprendizaje o “inteligencia”.
En esta pirámide el conocimiento juega un papel fundamental, pues está ligado a las personas, según lo cual la información es convertida en conocimiento una vez que es procesada en la mente de los individuos y el conocimiento se vuelve información una vez que éste es articulado y presentado en forma de texto, gráficos, palabras u otras formas simbólicas.
Con base en este conocimiento desarrollado por las personas, se configura la inteligencia o aprendizaje que dota al sujeto y a las organizaciones en las que interactúa de estructuras que permiten la yoma de decisiones, la creación de valor y la intervención relevante en los procesos sociales, organizacionales y productivos.

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