El aprendizaje organizacional

La principal fuente de ventaja competitiva de una organización es el conjunto articulado de conocimientos que posee.

Puede ser que todo un sector tenga procesos y tecnologías de producción similares, pero la ventaja competitiva de cada organización está constituida por la capacidad que posea de saber usar esos activos más que el propio hecho de poseerlos.

A su vez, el valor en el conocimiento es la capacidad que posea la organización para resolver problemas, avalado por sus resultados y su nivel lo da la efectividad de la respuesta dada.

Este proceso que constituye la riqueza de la organización se consigue con el paso del tiempo, a través del cual se materializan los conocimientos y experiencias, transferibles y reproducibles en los resultados y el nivel de competitividad de una organización.

Tratar entonces con conocimientos es tratar con clase de problemas y sus soluciones, es decir, con competencias de las personas que constituyen el equipo de trabajo de una organización.

Así la fuerza que sostiene a las organizaciones se encuentra en las personas, en sus sistemas de integración, en sus capacidades, en su grado de compromiso personal y hacia la organización, en los conocimientos que son siempre de la persona, y con base en los cuales y en el compromiso que tenga con la organización, añade valor a los resultados de la empresa.

El aprendizaje organizacional influye de manera poderosa en el proceso del cambio en la organización, por lo que cuando ésta logra ser inteligente, los intangibles son gestionados eficientemente y la organización es considerada como un sistema vivo muy complejo, en el cual la información y el conocimiento son los recursos que ayudan al desarrollo del cambio hacia el aprendizaje individual y organizacional.

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